No levantarán plantón dentro del penal de San Cristóbal hasta alcanzar su libertad, aseguran presos indígenas

ASICh.

San Cristóbal, 21 de agosto del 2019.- Tras la libertad de su compañero Alejandro Díaz Sántiz, quién después de una larga lucha de resistencia de casi 20 años dentro de distintos penales de Veracruz y Chiapas, por fin es libre, otros presos de la organización Solidarios de la Voz de El Amate, adherentes de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, exigen se les haga justicia.

Inclusive, se mantienen en plantón en el interior del penal de San Cristóbal de Las Casas, y no se levantarán hasta alcanzar la libertad, sostiene Mariano Gómez López, indígena tsotsil, originario del paraje Jolitontíc del municipio de Chalchihuitán.

Narró algo de su vida, mediante un escrito, donde plasma que tenía su casa y es padre de ocho hijos, con quienes era feliz al lado de su esposa Sin embargo, el 23 de agosto de 2008 fue privaron de su libertad junto con sus cuatro hermanos menores. Dijo que a él y su padre los culparon de homicidio, lo cual fue una tragedia horrible para su familia.

Por eso, su padre se enfermó gravemente en la cárcel, por tanta preocupación de ver toda la familia presa, debido a injusticia cometida por las autoridades.

Anota que fue sentenciado a 31 años con 9 meses de prisión, lleva 11 años privado de la libertad injustamente, “compurgando un delito que no cometimos juntos con mis hermanos, mi hogar, mis hijos, todo lo que tenía lo perdí, ahora no tengo nada, a pesar que hemos demostrado nuestra Inocencia”.

Asimismo, Roberto Martínez Pérez, también indígena tsotsil, originario de la comunidad Bacóm del municipio de Huixtán, Chiapas, fue detenido el 04 de septiembre de 2006.

Asegura que lo han culpado de un delito que no cometió, (sin precisar porqué presuntos hechos) por lo cual lo tuvieron que torturar y lo condenaron a 41 años de prisión sin derecho a nada. Y hasta ahora, denuncia que lo siguen maltratando, hostigando y torturando dentro de la cárcel.

Lamenta que todo lo que había logrado en su juventud, hoy no queda nada, “ahora mi madre está sola, ya de edad avanzada, enferma y no hay quien la cuide; las autoridades destruyeron mi vida y la de mi familia, mis sueños lo hicieron pedazos”. ASICh