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Dan de alta al Cardenal Felipe Arizmendi después de casi dos meses hospitalizado

                                                                

Freddy Morales.

San Cristóbal, 11 de octubre del 2023.- El Cardenal Felipe Arizmendi, quien fue obispo de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas y actualmente ostenta el título de Cardenal en el Estado de México, luego de haber ingresado en el hospital desde el 14 de agosto en su tierra natal, fue dado de alta, pero aún está en recuperación después de una operación.

 

El prelado, después de permanecer 1 mes y 27 días en un hospital de la ciudad de Toluca, envió un mensaje a través de video, donde compartió que después de una operación de la garganta dijo que ya fue dado de alta, pero aún está recuperándose desde su tierra natal, el cual pidió sus oraciones para su recuperación.

 

“Saludo con mucho cariño a todos ustedes, y les comparto que vengo de estar con los médicos que me operaron, y me acaban de dar de alta, significa esto que puedo llevar mi vida más o menos ordinario, todavía tengo una limitación para caminar y la garganta todavía no se acaba de sanar, les quiero agradecer sus oraciones, sus preocupaciones por un servidor, cuentan de mi parte también con mi cariño y mis oraciones permanentemente por ustedes y por sus necesidades, el señor los bendiga a todos”, señaló en su video.

 

Felipe Arizmendi Esquivel, ya siendo obispo emérito de San Cristóbal, a sus 83 años fue designado Cardenal el año anterior por el Papa Francisco, y hasta el momento radica en su tierra natal Chiltepec, Estado de México, donde estará recuperándose bajo los cuidados de su médico.

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Jueves, 19 Abril 2018 11:58

Encuentro de obispos con candidatos

Encuentro de obispos con candidatos

 

+ Felipe Arizmendi Esquivel, Obispo Emérito de SCLC

 

VER

Durante la reciente asamblea plenaria del episcopado mexicano, tuvimos la oportunidad de recibir, en tiempos diferentes, a cuatro de los cinco candidatos a la presidencia de la República. En media hora, cada quien nos expuso su propuesta; luego les dijimos una palabra de lo que esperamos de ellos; al final, hubo oportunidad de algunas preguntas. Fueron encuentros serenos, pacíficos, respetuosos, con la oportunidad de escucharnos unos a otros. Con nadie se hicieron compromisos de campaña, ni se ofrecieron apoyos en votos particulares.

 

No es la primera vez que lo hacemos. En los últimos sexenios, hemos dialogado en forma semejante con los diversos candidatos. En las propias diócesis, es muy común que nos busquen quienes aspiran a la gubernatura, o a otros cargos de elección popular. Su intención es presentarnos sus aspiraciones, sus proyectos. De nuestra parte, les ofrecemos una visión de la realidad que se vive en cada territorio, insistiéndoles siempre en buscar el mayor bien de la comunidad. Nunca es para hacer acuerdos “en lo oscurito”, ni para ofrecerles propaganda a su favor. Una vez que pasan las elecciones, muchos se olvidan de esas entrevistas, pues lo que les importa es reunirnos antes y, si es posible, sacarse la foto.

 

Para nuestra tarea episcopal, es importante estar en relación con los diferentes actores de la sociedad, particularmente con los gobernantes y con quienes aspiran a un puesto público, para compartirles las necesidades que descubrimos en nuestro pueblo, al que conocemos muy de cerca por nuestro constante contacto pastoral. Por ejemplo, cuando me reunía con gobernantes de Chiapas, era para hacerles conciencia de las graves necesidades en la atención a la salud, de las carencias en educación y en comunicaciones, de los problemas sociales de los pueblos, de la marginación de algunas regiones, de la necesaria atención a los migrantes, de los excesos publicitarios en las campañas, etc.

 

PENSAR

Ante el momento electoral que vivimos, el episcopado mexicano emitió una exhortación, el 19 de marzo pasado, con el título Participar para transformar. Entre otras cosas, dijimos:

 

“Participar en la vida cívica y política de nuestras comunidades es una obligación ciudadana y cristiana que no podemos ni debemos obviar. Sólo participando podemos transformar positivamente nuestra nación, en fidelidad a sus orígenes y a su destino histórico. Debemos recordar que en las situaciones concretas, y teniendo siempre en cuenta la solidaridad que nos es debida, es necesario reconocer una legítima variedad de opciones políticas posibles. Una misma fe cristiana puede conducir a compromisos diferentes. Esto quiere decir que la fe cristiana trasciende las propuestas políticas concretas y deja en libertad a los fieles, para que elijan en conciencia de acuerdo a los principios y valores que han descubierto en la experiencia de la fe”.

 

Exhortábamos a cinco acciones: “Participar cívicamente, orar en familia y en comunidad, buscar el “bien posible”, evitando a toda costa elegir en base al “mal menor”, elegir a las personas, discerniendo por quién votar. Lo prudente y responsable es buscar para cada puesto de elección popular a la persona más idónea y no dejarnos manipular para que votemos en bloque por un solo tipo de propuesta, de manera irreflexiva y mucho menos bajo alguna modalidad de “compra de voto”. Entre más libertad exista al momento de elegir, más capacidad tendremos al momento de exigir. Convencernos de que el México que queremos es posible y requiere fundamentalmente de un gobierno que trabaje con honestidad y eficacia; pero también, de ciudadanos participativos que den seguimiento a los procesos de Justicia, Fraternidad y Paz”.

 

Terminábamos nuestra exhortación diciendo: “Sólo la presencia participativa, de manera constante y solidaria en la vida de nuestro país, destierra gradualmente la violencia, la corrupción, la impunidad y el compadrazgo. Es tiempo de que los católicos, acompañados de todos los hombres y mujeres de buena voluntad, trabajemos comprometidamente por un México más próspero y pacífico, más solidario y participativo, más atento al rostro de los más pobres y menos cómplice de quienes los olvidan, los manipulan o los marginan”.

 

ACTUAR

Conoce a los candidatos, analiza si sus propuestas son sólo campaña electoral, o si en efecto son posibles y convenientes; fíjate en quienes son sus más cercanos colaboradores, porque aunque un candidato sea honesto personalmente, se cuelan corruptos por todas partes. Y oremos al Espíritu para que nos ayude a tomar una sabia decisión.

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Jueves, 12 Enero 2017 13:14

NO VIOLENCIA, DESDE LA FAMILIA

NO VIOLENCIA, DESDE LA FAMILIA

 

+ Felipe Arizmendi Esquivel, Obispo de San Cristóbal de Las Casas

 

VER

Nos cimbró el desahogo violento que se manifestó en varias partes del país, como reacción a los aumentos a las gasolinas, al gas y al consumo de electricidad. Nos parecían inexplicables los saqueos, el vandalismo y la agresividad social que desquició ciudades, con lamentables víctimas mortales. ¿Sucedió esto sólo por la pobreza, por el rechazo a las autoridades, porque la economía familiar se ha afectado seriamente?.

 

Puede haber muchas explicaciones, pero el trasfondo no es sencillo. No se robaban fundamentalmente alimentos y ropa, sino pantallas de televisión, celulares y diversos electrodomésticos. Una consigna en redes sociales bastó para desatar la ira popular y los atracos sin restricción. Muchos de los que cargaban con todo lo que podían eran jóvenes, también mujeres. 

 

Quizá no tenían nada que regalar a los niños, con ocasión del Día de Reyes, y aprovecharon la ocasión, con el pretexto de manifestar su rechazo a dichos incrementos. Considero que una raíz está en la desintegración de muchas familias, donde el padre está ausente, a veces también la madre, y no hay quien eduque en valores fundamentales. Si los pobres roban, no es por ser pobres, sino por no tener unos padres que, sobre todo con su ejemplo, eduquen en el trabajo y en el respeto.

 

Intentamos comprender la rabia de los ciudadanos, que se sienten defraudados por las autoridades, engañados con la promesa de que esos bienes y servicios bajarían de precio, y ahora resulta lo contrario. Por ello, muchos ya no confían en los políticos. 

 

Que esto nos sirva de experiencia para no dejarnos embaucar por quienes ofrecen revertir esos aumentos, ahora que están ya en campañas presidenciales, pues no todo lo que se promete es posible ponerlo en práctica. No somos una economía autónoma, sino dependiente de factores internos y externos.

 

El pueblo está molesto porque ve cuánto se gasta en publicidad oficial, cuánto ganan los diputados, senadores, ministros de la Suprema Corte y otros servidores públicos; cuánto se destina a propaganda de los partidos políticos, y que luego se va a la basura; cuánta corrupción e impunidad se descubre en la administración pública. 

 

El pueblo se siente inerme y sólo le queda expresar su inconformidad en todo tipo de manifestaciones, algunas con tintes muy violentos. Es legítimo que exprese su sentir, pero es necesario que se organice en trabajos comunitarios, en alternativas políticas a los partidos, en ayudas solidarias, para que no todo quede en desahogos viscerales. 

 

De ninguna manera apoyamos la violencia destructora, los saqueos, el vandalismo, el atropello a los derechos de terceros, los bloqueos carreteros contra quienes nada deben y nada pueden hacer para revertir los aumentos. Dañando a los ciudadanos en su libre tránsito, aumentan el daño que el gasolinazo está causando.

 

PENSAR

El Papa Francisco, en su mensaje para la Jornada Mundial por la Paz, nos ha propuesto el camino de la no violencia activa, como una forma de construir la paz, empezando por la educación en la propia familia: “Si el origen del que brota la violencia está en el corazón de los hombres, entonces es fundamental recorrer el sendero de la no violencia en primer lugar en el seno de la familia. 

 

La familia es el espacio indispensable en el que los cónyuges, padres e hijos, hermanos y hermanas aprenden a comunicarse y a cuidarse unos a otros de modo desinteresado, y donde los desacuerdos o incluso los conflictos deben ser superados no con la fuerza, sino con el diálogo, el respeto, la búsqueda del bien del otro, la misericordia y el perdón. 

 

Desde el seno de la familia, la alegría se propaga al mundo y se irradia a toda la sociedad. Suplico que se detenga la violencia doméstica y los abusos a mujeres y niños”.

 

ACTUAR

Acompañamos a la comunidad en sus sufrimientos, pero rogamos encarecidamente evitar todo tipo de saqueos, vandalismos y bloqueos. De igual modo, exhortamos a las autoridades a buscar alternativas económicas que no dañen al pueblo, sobre todo a los de menos recursos, que son los que más importan. Hacer más efectiva la lucha contra la corrupción oficial, es la mejor forma de calmar al pueblo.

 

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Obispo Arizmendi

Candidatos ya están en campañas electorales rumbo al 2018

 

Milena Mollinedo, Quadratín.

San Cristóbal,| 22 de Noviembre de 2016.- El obispo titular de la diócesis local, Felipe Arizmendi Esquivel, aseveró que estamos ya en campañas para la gubernatura del estado de Chiapas, para las diputaciones y próximas presidencias municipales y ya se están moviendo quienes aspiran a estos cargos. 

 

“Ojalá que los electores no se fijen en quien les ofrece más beneficios o quien les regala más cosas, si no en quien ha demostrado en su vida que es un verdadero servidor de los demás”, indicó en un documento. 

 

Arizmendi Esquivel, dijo que este domingo 20 de noviembre, con la solemnidad de Cristo Rey, se terminó el año litúrgico de las celebraciones de la iglesia. La fiesta de Cristo, nos presenta a Jesús, no como un rey, su Poder no se basa en ejércitos, en dinero, en extensión territorial, en componendas, en abusos, sino en dar vida por el pueblo. 

 

Señaló que “por el contrario, lamentamos que muchos de los que actualmente ejercen algún poder, un cargo, no lo hacen buscando el bien de su pueblo, sino su propio interés. Monseñor enfatizó que les apasiona lograr una victoria electoral, no pensando en primer lugar, en cómo dar la vida por las comunidades de su municipio, de su Distrito, de su Estado, de su país, sino en cuánto dinero van a ganar, cuánto poder van a tener, cómo van a derrotar a sus contrarios. 

 

Apuntó que si en verdad les interesa su pueblo serían capaces de renunciar a su cargo, aunque hubiera sido legal su victoria, si con su renuncia se logra la paz social y la armonía de sus pueblos. 

 

Finalizó diciendo que reinar es servir y amar al pueblo, reinar es darle prioridad al pueblo, en poner en primer lugar, el bienestar común.

 

(Agencia Quadratín: https://chiapas.quadratin.com.mx/principal/estamos-ya-campanas-electorales-rumbo-al-2018-obispo-arizmendi)

 

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Martes, 14 Junio 2016 10:53

DOBLE MORAL, XI DOMINGO ORDINARIO

 

 DOBLE MORAL, XI DOMINGO ORDINARIO

 

+Mons. Enrique Díaz, Diócesis de San Cristóbal de Las Casas

 

•II Samuel 12, 7-10. 13: “El Señor te perdona tu pecado, no morirás”

•Salmo 31: “Perdona, Señor, nuestros pecados”

•Gálatas 2, 16. 19-21: “Vivo, pero no soy yo el que vive, es Cristo quien vive en mí”

•San Lucas 7, 36- 8, 3: “Sus pecados le han sido perdonados, porque ha amado mucho”

 

Diariamente aparecen las noticias, entre el escándalo y la indignación, de constantes violaciones y agresiones contra las mujeres. Estos días Brasil se conmueve ante la violación masiva de una adolescente: “El ataque a esta adolescente es también el ataque a todas las mujeres”, expresan organizaciones indignadas. "Me siento una basura. 

 

El estigma es lo que me está doliendo más”, expresaba angustiada la adolescente. Pero no sólo es Brasil, es Veracruz, es Michoacán y muchos otros lados… y lo más triste es el silencio cómplice que envuelve las miles de agresiones y vejaciones contra las mujeres: violencia familiar, abandono, pederastia, discriminación laboral, esclavitud disfrazada, feminicidios. ¿Estará de acuerdo el Señor con nuestras actitudes?.

 

Las lecturas de este día reflejan las posturas machistas y al mismo tiempo puritanas que no quedan en la historia pasada del pueblo judío sino que se hacen presentes en nuestras culturas. David condena enérgicamente la injusticia ajena pero no reconoce su maldad y su injusticia. 

 

“Ese hombre eres tú”, tiene que lanzarle a la cara el profeta Natán para que asuma su pecado. Es una realidad que duele. Todos reconocemos teóricamente la dignidad e igualdad de la mujer, pero no lo ponemos en práctica. Desde el mismo seno familiar se vive una situación de discriminación y de preferencias que casi siempre dejan en desventaja a la mujer por el solo hecho de ser mujer. Miremos con ojos críticos las condiciones en que viven la mayoría de ellas y nos daremos cuenta de esta realidad. 

 

Se cierran los círculos que atajan el progreso y el desarrollo para  las mujeres. Se les confina al hogar no como opción sino como castigo; se les exige preparación pero se les niegan las oportunidades; se les quiere castas y puras, pero se les provoca y acosa. 

 

De los hogares que se disuelven, en un noventa por ciento, los hijos quedan a cargo de una madre sola; los niños nacidos fuera de matrimonio terminan bajo la responsabilidad de la mamá o de la abuela. La trata de blancas, el tráfico de niñas y niños, la prostitución, la pornografía, siempre acaban destruyendo a la mujer y convirtiéndola en un desecho de la sociedad. 

 

No obtienen ninguna remuneración y trabajan desmedidamente… ¿Qué estamos haciendo? Muy parecido a lo que hace David en el pasaje bíblico: condenando a los demás pero no dándonos cuenta de que nosotros estamos haciendo lo mismo. También a nosotros  se nos puede decir: “tú eres ese hombre”.

 

En el pasaje de San Lucas, Jesús actúa igual que el profeta Natán: propone un ejemplo que parece ajeno a aquella situación que se está viviendo en torno a una mesa compartida. El fariseo pronto da soluciones y busca las respuestas más acertadas. 

 

Es curioso que responde bien a las preguntas pero no cae en la cuenta que está actuando mal: la mujer que  él condena y juzga pecadora, ha obrado mejor que él  y ha realizado todo lo que él debería haber ofrecido a su visitante. La condena se revierte y alcanza al acusador. 

 

Donde el fariseo solamente veía a una prostituta, Cristo descubre a una mujer, a una persona con sus derechos, con sus capacidades, con su servicio, con su dignidad. Cristo descubre mucho más allá del pecado, la posibilidad del amor. Cristo busca más allá de las apariencias, el corazón de una mujer sedienta de amor, pero con posibilidades grandes de amar. 

 

Lo han demostrado todos sus hechos: lavar los pies, besarlos y  ungirlos, mientras que el fariseo se ha limitado, sí a hospedar a Jesús, pero no a recibirlo en su corazón. ¿Quién queda justificado? ¿Quién ama más?

 

El fariseo que parecía una persona religiosa, falta al respeto a quien no conoce y de quien no entiende su forma de vivir. Esto ocurría en tiempos de Jesús y sigue ocurriendo en la actualidad. La religión despreciaba a los pecadores, a los endemoniados, a las personas impuras, a la mujer en general. 

 

Jesús va contra corriente y a riesgo de ser condenado, defiende la dignidad de las personas. Jesús jamás desprecia a nadie. Las mujeres que lo acompañaban, según los criterios de su tiempo, eran merecedoras de todo desprecio, ya que se trataba de mujeres enfermas, pecadoras y endemoniadas. En cambio entre los seguidores de Jesús tenían un lugar que les era respetado con toda dignidad. 

 

Así nos muestra que a la mujer no se le puede reducir a ocupar un puesto secundario ni en la sociedad ni en la Iglesia, ni en el mundo. Jesús va contra corriente, los rabinos excluían a toda mujer de su círculo. Jesús mostró en todo momento una actitud radicalmente distinta a la del judaísmo oficial. Fue una actitud sin prejuicios, abierta, liberadora.

 

Este modo de actuar de Cristo nos tiene que hacer reflexionar. Desgraciadamente muchas veces nosotros, cristianos, adoptamos actitudes discriminatorias. En la antigüedad, las prostitutas eran consideradas esclavas; socialmente no existían. Sin embargo, esa tarde una prostituta escucha las palabras de absolución y de canonización, porque ha hecho el gesto sacramental, ha expresado su decisión de cambiar de vida. 

 

Así se coloca a la cabeza del Evangelio. ¿Qué otra cosa pueden significar las palabras de Cristo: “tus pecados te han quedado perdonados”?  ¿O lo que después añade: “Tu fe te ha salvado”? Así, Cristo cambia en un solo instante toda la discriminación y marginación de la mujer. 

 

Y de paso nos deja fuertes cuestionamientos sobre la situación de la mujer en nuestro mundo y en nuestra Iglesia. ¿Cómo la tratamos? ¿Cómo la respetamos y cómo valoramos su dignidad? ¿Qué opciones de verdadera participación y decisión tiene en la sociedad y nuestros ambientes?

 

Padre bueno, haz que descubramos tu belleza y tu amor en cada mujer que encontremos a nuestro paso; que sepamos tratar con respeto y dignidad a cada una de ellas y que ellas puedan crecer en el verdadero amor y en la verdadera belleza. Amén.

 

 

 

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